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Defraudar. (Del lat. defraudāre).
1. tr. Privar a alguien, con abuso de su confianza o con infidelidad a las obligaciones propias, de lo que le toca de derecho.
2. tr. Frustrar, desvanecer la confianza o la esperanza que se ponía en alguien o en algo.
3. tr. Turbar, quitar, entorpecer.
Hoy si que Peter se siente más sólo que nunca… Ha cometido el gran error de querer solucionar lo que para él iba un poco mal y ha empeorado las cosas… Debería haberse callado y sufrir en su silencio como hacía desde hace un tiempo atrás. Pero no lo soportaba más. Sólo quería que todo volviese a ser como antes con ese eslabón de su vida… Hace tiempo que le viene echando de menos, hace tiempo, que tenía ganas de saber de él, pero él ha decido callar, poco a poco, su silencio le ha ido haciendo daño a Peter, hasta que ya, no aguantó más su propio silencio, su rabia, su dolor...
Cuando se conocieron, ninguno de los dos pasaba buenos momentos, fueron el punto de apoyo el uno para el otro, soportaban sus lágrimas y sus miedos, aunque les costaba abrirse y contárselo todo. Peter sabe que en ocasiones, es muy celoso de su dolor, y muy cabezota.
Su gran eslabón le apoyó, y a la vez, le contaba sus experiencias y sus vivencias, y compartieron momentos inolvidables, porque eso es la amistad a parte de lo que sentían mutuamente.
La vida, a veces es muy dura, y ellos lo saben bien, muy bien, surgieron problemas en sus vidas que les alejaron aunque vivían juntos el día a día.
Peter movió cielo y tierra por su gran amor. Buscó la manera de ayudarle aún en la distancia, costándole broncas e incomprensión por parte de su familia e incluso de otros amigos, sin embargo, sabía que le necesitaba, y que no quería fallarle. No hacía falta que le dijera “estoy mal”, pues su voz o sus ojos lo delataban. Acudió en su ayuda, una, dos, tres, y no recuerdo las veces... aunque eso no le importa a Peter, pues si hoy le pide su mano, a ciegas va en su ayuda. Un día sus problemas fueron creciendo y creciendo, y el eslabón de la vida de Peter no podía más, hasta el punto de no tener ilusión en su vida, y otra vez, Peter estuvo allí, sufriendo todo lo que a él le hacía sufrir, olvidándose de sus penas para ayudarle con las suyas, luchando por su vida, incluso renegando de aquellos que se hacían llamar sus amigos.
Hasta que por diversos motivos, la forma de ser de ese eslabón tuvo que desaparecer, y Peter muchas noches lloraba preguntándose si estaba todo bien, y recordando los buenos y malos momentos que juntos habían compartido. Peter hecha de menos a esa persona que tanto quiere. Siempre necesita su mano, aquella que le ofreció cuando se conocieron, aquellos besos y abrazos, sus palabras tiernas, sus ratos de juerga que le hacían olvidar sus problemas.
Ahora nada importa, Peter ha recibido su peor propuesta, la de una vida nueva, y que, esa vida nueva le separa de su amor. ¡Y no lo entiende! Ahora vendrá la distancia y esa si es el gran problema. Peter no vale para guardarle rencor, ni odio a nadie. Le quiere, le ha querido y le querrá. Tampoco vale para hacer daño a nadie, ni cree que su niño merezca sufrir más de lo que ya ha sufrido.
Él sabe donde está Peter, y ahí le tendrá para lo que necesite, porque por muchos palos que le dé la vida, por mucho que le defraude a veces el ser humano, confía en él. Le echará de menos, y le desea lo mejor, desea que nunca jamás vuelva a pasar por nada malo, porque si así fuera, quizá Peter no se siente con fuerzas para volver a apoyarle como lo hizo...
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http://www.youtube.com/watch?v=EQds0a-Gy0g